13/1 Curación del paralítico
No existe persona que se haya liberado de sufrir algún tipo de exclusión. Por el color de piel, el idioma, la nacionalidad, la procedencia social o la condición económica se invisibiliza y margina a muchos seres humanos negándoles su dignidad.
La Carta a los Hebreos, en cambio, invita a la comunidad a permanecer en Dios 'para que nadie sea excluido' (Heb 4,1) de la vida comunitaria que celebra el reino de Dios.
Marcos, con el relato del paralítico nos recuerda que la exclusión también se vive en las relaciones socio-religiosas, principalmente si se clasifica a las personas.
Toda comunidad de fe debe acoger e incorporar a quienes son rechazados por la lógica de este mundo, sin importar su condición.
El paralítico es llevado ante Jesús por esa misma fuerza comunitaria, y la acción solidaria tiene como fruto la curación física y la liberación de la exclusión y la marginación.
Pidamos a Dios que nos ayude a construir su proyecto salvífico, opuesto a toda forma de exclusión.