21/4 Sembradores de VIDA PLENA
SANTOS DE NUESTRO TIEMPO - Una incipiente actriz deja atrás su carrera y las puertas que se le abren a la fama para dar su vida a Dios. Puede que algunos vean esto como un fracaso total. Pero… ¿lo fue? Tras su trágica muerte en el terremoto de 2016 en Ecuador, parece que el fracaso haya impuesto un devastador final. Y, sin embargo, muchos piensan que la historia no se acaba ahí.
Gracias a los archivos de las Siervas del Hogar de la Madre, en los que se conservan fotos y vídeos de más de 15 años de la vida de la Hna. Clare, HM Televisión presenta, en este documental, la historia real de esta hermana, que dio TODO a Dios, sin guardarse NADA.
Jn 6 1-15 EVANGELIO EN AUDIO
Creer en el Hijo es apostar por la vida «exagerada», una vida que no se termina, la vida en abundancia aquí y después. Y esa creencia se concreta produciendo más vida alrededor (lo que llamamos «construir el Reino»).
Ahora ya lo sabemos: lo que distingue a los que creen no son las doctrinas ni los ritos, sino el hecho de ser máquinas productoras de vida constantemente, agentes fertilizadores del mundo.
Es hora de plantearnos una pregunta fundamental: ¿Cómo tomamos distancia del sistema social injusto para vivir en la dinámica del Reino de Dios? ¿Cómo pasar del reino de las tinieblas a «la luz»?
Jesús nos hace una propuesta que parece viable. Hacer con otros lo que solos no podemos parece ser un camino humanizador y generador de esperanza. Las dinámicas del Reino se gestan a contracorriente de lo que nos propone el mundo materialista, que oprime y excluye.
Como seguidores de Jesús, no solo podemos manifestar simpatía por la causa de los oprimidos y débiles; necesitamos creatividad para imaginar y realizar el mundo nuevo desde un amor solidario y un servicio desinteresado.
Jesús nos invita a restarle valor a los bienes que acumulamos y pasar al desprendimiento y la generosidad. Cuando esto sucede somos capaces de partir y compartir no solo el pan sino nuestro tiempo, talento, capacidades con quienes menos oportunidades han tenido.
Cada Eucaristía ha de convertirse en el espacio de igualdad y solidaridad compartidas.