24/1 MARÍA, Reina de la PAZ
La veneración a la Santísima Virgen como Reina de la Paz nace de la íntima y estrecha relación de María con su Hijo, Príncipe de la Paz. Es patrona de la diócesis de Lomas de Zamora (República Argentina). Conviene recordar que Benedicto XV, en 1917, mientras la humanidad padecía los sufrimientos de la primera guerra mundial, mandó añadir a las Letanías Laurentanas la invocación "Reina de la Paz".
Mc 3,31-35 evangelio en audio
Quizá alguna vez hemos tenido la experiencia de sentirnos protegidos por nuestros parientes, especialmente por nuestras madres. Generalmente, cuando uno está pasando por alguna dificultad, los familiares tienden a defenderlo y rodearlo. Es un impulso natural que procede del afecto.
Jesús, María y sus parientes no escapan a esa realidad humana. Jesús ha sido señalado por sus adversarios de estar endemoniado o enloquecido. Ellos no pueden soportar la fuerza de su palabra y la efectividad de sus acciones. Se estaba convirtiendo en un problema para su rango social. Por eso la familia va a buscarlo. Ellos están fuera.
Por eso llama la atención la respuesta de Jesús mirando a los de dentro: mi madre, mis hermanos y mis hermanas son los que hacen la voluntad de Dios.
Es la novedad del Reino que implica una nueva solidaridad, no de sangre sino de compromiso con el sueño de Dios: una humanidad liberada y dignificada.
Nosotros también estamos convocados a participar en ese proyecto de humanidad nueva, miembros de una gran familia: la del Reino.