25nA-TRABAJEMOS EN LA VIÑA DE JESÚS
"SEAN BUENOS CON TODOS"
+ Dios quiere la salvación de todos; ésta es la gran Buena Noticia de este domingo. Y para
darnos su salvación no tiene en cuenta nuestros méritos sino su generosidad. Jesús nos
anuncia que Dios es bueno y generoso con todos y la relación que Dios tiene con cada uno
no se basa en la justicia tal como la entendemos los hombres, que es "dar a cada uno lo que
le corresponde", sino como la entiende su corazón de Padre: "dando a cada uno lo que
necesita".
+ No todos entienden esto; igual que en la parábola hay muchos envidiosos. La envidia es
tener el ojo malo, que nace del corazón del hombre que se entristece por la bondad o virtud
del otro. El ojo malo no ve bien, y ve como malo lo bueno porque no responde a sus
intereses.
+ Sólo en la medida que nuestros ojos están más cerca del corazón de Dios que es rico en
misericordia y bueno con todos, comenzamos a ver un poco más claro, y ver las cosas como
verdaderamente son.
+ La palabra hoy nos invita a tener los pensamientos y el corazón de Dios.
ORACIÓN EN FAMILIA A cada intención respondemos: AYÚDANOS, PADRE BUENO
1. Para construir una Iglesia alegre, unida y solidaria. Oremos.
2. Para que lo enfermos recuperen su salud. Oremos.
3. Para que todos los estudiantes, puedan tener una educación buena
y en valores. Oremos.
4. Para que todos nosotros, respondamos a tu llamado y sigamos tu
camino. Oremos.
Padre bueno, danos un corazón como el tuyo capaz de amar a todos y brindarles lo que necesitan. Gracias Padre bueno porque quieres que tu amor llegue a todos y nos llamas a nosotros para que lo comuniquemos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. AMÉN.
+ El evangelio de hoy nos cuenta una parábola, "… un propietario que
salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña" y
pactó un jornal determinado. Luego salió a contratar más obreros: a
media mañana, al mediodía, a media tarde y a la tarde.
+ Al final del día pagó a todos lo mismo, aunque habían trabajado
menos horas. Por eso lo primeros dijeron protestando: "Estos últimos
trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros,
que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la
jornada".
+ Jesús en esta parábola vuelve a compartirnos cómo es Papá Dios. Es
Papá de todos, muy generoso, muy bondadoso.
+ También nos habla del Reino de Dios. Y nos muestra que todos, sin
que nadie quede excluido, estamos invitados a construirlo.
+ Con mucha paciencia, Papá Dios sale una y otra vez a nuestro
encuentro para decirnos que nos quiere, que junto a Él podemos
construir un mundo mejor, un mundo de hermanos. De esta manera el
Reino de Dios, en la persona de Jesús, se nos manifiesta como un Dios
generoso, en permanente salida, que busca incluir, que nadie se quede
afuera y que sea de todos.
+ Jesús es el rostro de un Dios que incluye, tanto que a los que no
pudieron trabajar, los contrata tan solo para que trabajen una hora.
Pero los contrata. No los deja en la plaza. No los abandona. No mira
para otro lado. No descarta. No se desentiende. No invisibiliza. No pasa
de largo.
+ Si aceptamos la invitación a trabajar por el Reino vamos a gozar de la
salvación que Él nos regala. Aquí ya comenzamos a vivir en el Amor a
Papá Dios y a los hermanos, vamos a aprender a mirarnos y a mirar a
los otros con amor, con paciencia, sin medir ni especular, alegrándonos
por el bien de todos nuestros hermanos. Confiamos en Jesús porque
está con nosotros siempre.
+ Nos dice el Papa Francisco: "Jesús quiere hacernos contemplar la
mirada de aquel jefe: la mirada con la que ve a cada uno de los obreros
en espera de trabajo y les llama a ir a su viña. Es una mirada llena de
atención, de benevolencia; es una mirada que llama, que invita a
levantarse, a ponerse en marcha, porque quiere la vida para cada uno de
nosotros, quiere una vida plena, ocupada, salvada del vacío y de la
inercia. Dios que no excluye a ninguno y quiere que cada uno alcance su
plenitud."