28/4 COMUNIÓN CON JESÚS
En la eucaristía está presente Jesús. Pero en la eucaristía no nos comemos el cuerpo histórico de Jesús, el cuerpo que nació de María, el que recorrió los caminos de Palestina, el que murió en la cruz. No comemos ese cuerpo porque ese cuerpo ya no existe.
En la eucaristía recibimos al Cristo resucitado. Lo recibimos realmente, de verdad. Pero eso se ha explicado en la Iglesia de distintas maneras. San Agustín decía que la eucaristía es "una figura que nos manda comulgar con la pasión del Señor" (De Doctr. Christ., III, 24).
Esta comunión la entendió la Iglesia de forma simbólica durante más de diez siglos. Comulgar no es recibir una "cosa" santa y sagrada. Comulgar es unirse a Cristo de forma que la persona y la vida de Jesús están presentes en la vida del que comulga.