3º Domingo DA-Misión de Jesús
Si este fin de semana no pueden participar en la celebración de la Misa, los invitamos a VIVIR EN FAMILIA unos momentos de ORACIÓN y ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS siguiendo esta GUÍA...
1. Preparamos un pequeño ALTAR FAMILIAR sobre una mesa, una cómoda... donde podamos estar juntos y cómodos un rato... Podemos poner una imagen de la Virgen, la BIBLIA si la tenemos, una VELA encendida... un crucifijo...
2. Escuchamos - con los chicos - las lecturas y el comentario en estos videos
3. Podemos leer también el COMENTARIO de nuestro Obispo Gabriel
4. Rezamos juntos...
Guía. En Jesucristo se cumplen las Sagradas Escrituras y nuestras vidas encuentran su realización. Presentemos nuestras intenciones a Dios Padre, para que vivamos plenamente su Palabra. Oremos juntos y digamos: «¡Oh Padre, que tu Palabra se cumpla en nosotros!».
1. «El Espíritu del Señor está sobre mí porque él me ha ungido». Que el Papa, los obispos, los sacerdotes y los diáconos apoyen con valentía a todos los que viven en situaciones de esclavitud espiritual y material. Oremos.
2. «El Espíritu del Señor está sobre mí, para evangelizar a los pobres». Que todos los bautizados, guiados por el Espíritu Santo, se conviertan en anunciadores de la Buena Noticia para las personas que encuentren en su vida cotidiana, especialmente para los más necesitados. Oremos.
3. «El Espíritu del Señor está sobre mí, para proclamar a los cautivos la libertad». Que los lectores, los catequistas y todos los que difunden la Palabra de Dios en las comunidades compartan la fe, el amor y la esperanza con todos los que están solos, desesperados, enfermos y abrumados por el peso de la vida. Oremos.
4. «El Espíritu del Señor está sobre mí, para proclamar el don de la vista a los ciegos». Que cada uno de nosotros abra el corazón a la presencia divina que nos ilumina y guía, a través de su Palabra, a las fuentes de la vida eterna. Oremos
Guía: Ven, Espíritu Santo, comunión viva del Padre y del Hijo. Ven, Espíritu Creador, Tú que hablaste a través de los Profetas y concebiste a la Palabra en el seno de la Virgen.
Ven, Tú que descendiste sobre Jesús en el Bautismo y lo consagraste para anunciar la buena nueva a los pobres, liberar a los oprimidos y llevar la alegría y la salvación a todos.
Ven a nosotros, como bálsamo para nuestras heridas; ven, dulce consolador, danos un corazón nuevo, comprensivo y tierno.
Concédenos saber escucharnos humildemente los unos a los otros; concédenos saber perdonarnos y estar abiertos a acoger tu novedad en la historia que estamos viviendo.
Enséñanos a reconocer tu Presencia en lo que nos sucede; enséñanos a reconocer al Verbo encarnado en cada hermano y hermana, especialmente en los pequeños, los pobres, los afligidos y los despreciados.
Te alabamos y te damos gracias por habernos convocado hoy para escuchar tu Palabra. Amén.
5. Concluimos con este canto a nuestra Madre la Virgen María