3/6 San Carlos Lwanga

02.06.2023

Mc 11 27-33 EVANGELIO EN AUDIO

  Después de haber arrojado a cambistas y vendedores, Jesús paraliza el culto del Templo justo en la fiesta de Pascua, cuando más dinero se recaudaba. Entra en directa confrontación con los jefes y sabe que, con ese gesto profético, se juega la vida. Los dirigentes están resentidos y cuestionan a Jesús preguntando con qué autoridad hace lo que está haciendo. Con la autorización de quién se atreve a poner en cuestión toda la institución de Israel representada en el Templo de Jerusalén.
   Jesús no responde directamente sino que desenmascara la obstinación de los jefes con otra pregunta: ¿Con qué autoridad actuaba Juan el bautista? ¿Era de Dios o de los hombres? Jesús pide una respuesta clara y sincera, pero los jefes no pueden responder sin autoincriminarse y con toda hipocresía dicen que no lo saben.
   Jesús entonces, ante su mala voluntad, tampoco responde. Ha demostrado su autoridad, su soberana integridad y autonomía, como siempre. Si nos dejamos interrogar por Jesús hasta el fondo de nuestro corazón, ¿responderemos con sinceridad o con evasivas?
   ¿Estamos del todo con Jesús o mantenemos nuestras secretas hipocresías?