a17DA-¿Qué frutos damos a Dios y a los hombres?
- En esta historia contada por Jesús, el dueño de la viña representa a
Dios y la viña representa al pueblo.
Primeramente, Dios envió a
hombres como Noé, Abrahán, Moisés, David, el profeta Isaías, y a otros
para que les hablaran del amor que Él les tenía, pero muchos no
escucharon.
- Por último, envió a su propio Hijo, Jesús. ¿Y qué sucedió? Lo
crucificaron.
+ El evangelio de hoy nos cuenta una parábola un poco diferente.
+ Hoy Jesús habla a las autoridades judías que no querían perder su
poder. Estaban aferrados a sus costumbres, a su forma de vida, a
manejar el poder social, económico y religioso; y no querían que nadie
los incomode.
+ Por otro lado, el pueblo sencillo es más dócil a recibir el mensaje de
Dios, suele estar más abierto a las novedades del Señor.
+ El dueño de la viña, que es Dios, esperaba que los trabajadores le
entregaran los frutos. Pero éstos se apoderaron de los frutos y de la
viña.
+ Dios nos confía el mundo y nos regala su amor para que vivamos en
paz y demos frutos buenos. A veces corremos el riesgo de encerrarnos
en nuestras propias quintas (en nuestras historias) y no permitimos que
Dios, ni los que nos rodean, puedan entrar. Estamos encerrados en
nosotros mismos, nos transformamos como dice el Papa Francisco en
"autorreferenciales".
+ El Señor quiere que vivamos como hermanos, colaborando
mutuamente en el desarrollo y crecimiento de cada uno de nosotros.
Nos llama a construir un mundo mejor, solidario, fraterno, etc.
+ Pidamos al Señor poder escuchar su voz y dar frutos buenos.
+ El profeta Isaías utiliza la imagen de la viña para hablar del Pueblo de Dios y lo que el
Señor hace por ese pueblo. "Mi amigo tenía una viña en una loma fértil. La cavó, la limpió de
piedras y la plantó con cepas escogidas; edificó una torre en medio de ella y también excavó
un lagar". Además "esperaba que diera uvas, pero dio frutos agrios".
+ Dios es el viñador y espera los frutos de la viña. En una dieron frutos agrios (Primera
Lectura) y en la otra se apoderaron de los frutos y de la viña (Evangelio).
+ Dios, que es el viñador, nos cuida, nos regala dones y nos invita a dar buenos frutos.
➢ ¿Cuáles son nuestros frutos?
➢ ¿Qué frutos damos a Dios y a los hombres?
➢ ……………………………………………………………………….
+ Todos estamos llamados a responder al amor de Dios amando a los hermanos, siendo
solidarios, y compartiendo los dones que Él mismo nos regaló a cada uno de nosotros. Es tarea nuestra descubrir esos dones y hacerlos crecer.
+ ¿Saben lo que es una viña? Los que vivimos en la ciudad no tenemos
oportunidad de tener cerca una viña. Sí quienes viven en otras
provincias de nuestro país. Pero podemos ver una imagen.
+ Si tenemos una extensión muy grande de tierra y plantamos en ella
vides. ¿Qué tenemos que hacer para que crezcan? Observarlas,
cuidarlas, regarlas cuando sea necesario. Y si hacemos todo esto, ¿qué
vamos a obtener? Uvas.
+ Imaginemos que ya plantamos, observamos cómo fueron creciendo,
cuidamos, regamos y cosechamos muchas, muchísimas uvas. ¿Qué
podemos hacer con ellas?
+ ¿Qué sucede si guardamos tanta cantidad de uvas sólo para
nosotros? Se van a poner feas, se pudren, no servirán para nada y
habrá que tirarlas. ¡Qué decepción!
+ Hoy Jesús nos cuenta, a través de esta parábola, que cada uno de
nosotros somos una viña, plantita de Papá Dios. Y que Él está
dispuesto a cuidarnos, amarnos, para que demos frutos desde el
corazón.
+ Papá Dios espera que le ofrezcamos nuestra vida. Él nos la dio para
amarlo y amar a nuestros hermanos, disfrutar de todos sus regalos… Y,
a veces, creemos que Él no espera nada de nosotros. Pero estamos
equivocados porque Él confía en nosotros, espera que los frutos de bien,
de Amor, de perdón, de alegría que crecieron en nuestro corazón se los
ofrezcamos compartiéndolos con los demás. Si no lo hacemos, corremos
el riesgo de que se echen a perder en nuestro interior, como pasaba con
las uvas si no las compartíamos.
+ Nos dice el Papa Francisco: "También hoy Dios espera los frutos de su
viña de aquellos que ha enviado a trabajar en ella. A todos nosotros».
ORACIÓN EN CASA Y EN FAMILIA
A cada intención respondemos:
"SEÑOR, AYÚDANOS A DAR BUENOS FRUTOS"
1. Señor, te pedimos que la Iglesia lleve el amor de Dios a todos los
hombres. Oremos.
2. Señor, te pedimos que los gobernantes trabajen para cuidar la
vida, desde la concepción hasta la muerte natural. Oremos.
3. Señor, te pedimos que regales a tu Iglesia vocaciones sacerdotales,
religiosas y misioneras para que anuncien con alegría la buena noticia
de tu Hijo Jesús. Oremos.
4. Señor, te pedimos por todos nosotros para que vivamos como
hermanos cuidando el plantea. Oremos.
Padre del cielo, que amas y cuidas a tu pueblo que podamos descubrir y ofrecer, los dones que nos regalas. Padre bueno, gracias por tu amor y cuidado que le da el verdadero sentido a nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. AMÉN.