a19DA-JESÚS NOS TIENDE SU MANO
• ¿Cuáles son las razones por las que nos podemos hundir en el agua?:
+ Porque no
sabemos nadar y no dejamos que nos ayuden, porque nos hacemos los cancheros y
vamos a lugares difíciles sin estar preparados, porque nos agarra miedo y nos
quedamos duros, porque no confiamos en quien nos está ayudando…
+ Un poco de todo esto le pasó a Pedro… pero Jesús le tendió una mano.
+ ¿En qué otras situaciones podemos sentir que nos hundimos…?
¿En qué situaciones
descubrimos que hay mucha gente que se puede hundir?
+ Muchas veces pasan cosas que nos dan miedo y parece que nos hundimos, que se nos
viene el mundo encima… ahí es cuando tenemos que recordar que Jesús lo mismo que hizo
ayer, lo hace hoy y lo va a hacer siempre. En esos momentos tenemos que sentir que Jesús
nos dice: "Ánimo, soy Yo, no tengas miedo".
+ Pedro quiere hacer lo mismo que Jesús pero cuando duda y deja de mirar al Señor se
hunde, se quedó con sus solas fuerzas que no le alcanzan.
+ EL Señor Jesús nos invita a hacer lo mismo que Él (caminar sobre el agua, vivir la vida
nueva y amar con su corazón) y puede ser que a veces sintamos que no podemos, que es
muy difícil, que nos hundimos… es ahí cuando nuevamente nos tiende la mano para que
descubramos que sólo de su mano podemos hacer lo mismo que El hacía.
+ Sólo confiando y
apoyándonos en Él podremos tener los mismos sentimientos de su corazón y crecer y vivir
como sus discípulos misioneros.
ORACIÓN EN FAMILIA
+ Jesús vive en nuestros corazones, nos quiere, nos acepta como
somos, nos perdona, nos comprende y nos da ánimo para seguir
caminando en la vida.
+ Imaginemos que somos Pedro y que estamos en el mar a punto de
ahogarnos, entonces gritamos a Jesús: "SEÑOR, SÁLVANOS".
1. Para que nuestra Iglesia sea siempre un lugar de oración y de
comunión. Oremos.
2. Por nuestros gobernantes y dirigentes, para que el Señor les
conceda la sabiduría y fortaleza espiritual. Oremos.
3. Por todos los que integramos nuestra comunidad, para que con un
corazón generoso recibamos a todos. Oremos.
4. Para que en cada familia todos puedan ser escuchados y
respetados. Oremos. Padre bueno que sintamos
cada día la invitación de tu Hijo Jesús
a hacer lo mismo que hizo Él
y que podamos responderle con alegría. Te lo pedimos por Él, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. AMÉN.