a26DA-SI y NO
+ El evangelio de hoy nos cuenta una parábola: un padre envía a sus
hijos a trabajar a su viña. El primero le responde: "No quiero", pero
después se arrepiente y va. El segundo le dice: "Ya voy", pero luego no
va a trabajar. Jesús pregunta: ¿Quién de los dos hizo la voluntad del
padre?
+ Para cumplir la voluntad del Padre lo importante no son las palabras,
las promesas, los rezos vacíos… sino los hechos y nuestra vida de cada
día, que es la que habla de nosotros y da razón de nuestras palabras.
+ No se trata sólo de saber lo que está bien y lo que está mal, sino de
optar por el bien y, sobre todo, ponerlo en práctica.
+ Jesús quiere que colaboremos en construir un mundo mejor, un
mundo alegre, un mundo en paz, un mundo solidario, etc. Para
realizarlo hace falta que demos una respuesta a su propuesta: "SI" y lo
afirmemos con las obras.
+ Esta parábola nos ayuda a mirar el interior de las personas, desde
donde brotan los sentimientos y luego las acciones.
+ Pidamos al Señor tener sus mismos sentimientos, y así descubrir su
voluntad cada día.
+ Jesús nos invita a construir el Reino de Dios, Reino de Amor. Quiere
que junto a Él hagamos un mundo más hermano, más humano, donde
todos tengamos nuestro lugar.
+ Y espera nuestra respuesta. Cuando alguien nos invita a un lugar o a
hacer algo podemos responder Sí o No. Pero finalmente, lo que de
verdad es valioso es lo que hago. Jesús es nuestro modelo más lindo
porque siempre hizo lo que dijo. En Él no encontramos contradicciones,
tan propias de todos nosotros.
+ Pero nosotros no somos nuestras contradicciones, somos mucho más
que ellas. Somos hijos e hijas de Dios con la capacidad de
arrepentirnos. Sabemos de su bondad y su misericordia para con cada
uno. Y si pensamos en cuánto nos ama, nada mejor que responder a
ese Amor haciendo lo que Él nos pide.
+ El primer hijo de la parábola contestó rápidamente lo que salió de su
corazón, un no al pedido del padre. Pero, al pensarlo mejor, se
arrepintió y concretó la obra pedida. Fue a trabajar a la viña para
cosechar los racimos de uva ya maduros. Y descubrió que a pesar del
esfuerzo y del cansancio que tenía por el trabajo, su corazón se alegraba
de poder alegrar a su padre.
+ La misericordia de Dios nos da la oportunidad de arrepentirnos, de
renovarnos, de cambiar de rumbo, de sanar.
+ Al ser amigos de Jesús de todo corazón, vamos haciendo aquello que
nos propone y así nuestra fe se transforma en vida, se hace concreta en
cada gesto de amor por el otro como es la voluntad de Papá Dios. Lo
alegramos y nos alegramos.
+ Nosotros: ¿A quién le creemos? al que hace lo que dice, al que cumple con lo que ha
prometido. Dios nos ama a todos y nos llama a trabajar en su viña para que ésta dé muchos
frutos. Nos llama a colaborar en su obra, a construir un mundo mejor, a hacer que el mundo
sea reino de Dios. Para realizarlo hace falta que demos una respuesta y que nuestro sí, lo
sea verdaderamente.
+ Los sí que damos tienen que estar acompañados por nuestras obras, ellas son el sí
verdadero. A Jesús le creemos porque todo lo que dijo lo hizo. Lo que hacía era como el
sello que garantizaba que lo que decía era verdad.
+ No tenemos que tener miedo a comprometernos. Todos los sí que podemos decir están
sostenidos y acompañados por el Sí de Jesús que salvó a todos los hombres, y por el Sí de
María.
+ Que nuestro sí, sea sí porque hacemos lo que decimos y lo que decimos es lo que Jesús
nos enseña.
OREMOS EN FAMILIA Y CON LOS CHICOS
Padre de todos,
que podamos decir siempre
lo que Jesús nos dice
y vivir lo que decimos.
Gracias Padre bueno,
porque quieres que tu amor
llegue a todos y nos llamas a nosotros
para que lo mostremos con nuestra vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor. AMÉN.