Cantamos el VIERNES SANTO
3 Llegada la hora del retorno al Padre, sabiendo que iba camino a su cruz,
reunió a sus amigos en la última cena, y nos dio su cuerpo el Señor Jesús.
En memoria tuya, Cristo redentor, vamos a tu mesa, en señal de amor..
Profundo misterio de amor y ternura, de querer quedarse antes de partir,
de dejar su sangre como Alianza nueva, de darla en bebida antes de morir.
"Tómenlo y coman pues esto es mi Cuerpo" les dijo rompiendo con su mano un pan; "Tómenla y beban, pues ésta es mi sangre, la que por ustedes he de derramar".
Y hagan lo mismo cuando se reúnan, sabiendo que un día he de retornar,
para convidarlos a beber unidos de aquel vino nuevo que el Padre ha de dar".
Por eso, inclinados, su cuerpo adoramos y aunque nada vemos, nos basta creer,
el antiguo rito ha dejado paso a su sacramento, misterio de fe.
A ti, Jesucristo, te damos la gloria, porque tú nos diste el don del amor.
a ti la victoria, honor y alabanza, porque estás sentado al lado de Dios.