Celebración de la ASCENSIÓN DEL SEÑOR
+ Después que Jesús Resucitó, se manifestó varias veces a sus discípulos. Jesús los animaba a no tener miedo y a perseverar.
+ El Señor, en el evangelio de hoy explica a los discípulos que "el Mesías debía sufrir y
resucitar de entre los muertos al tercer día". Jesús además les dijo que ellos eran
testigos y que debían anunciar "a todas las naciones la conversión para el perdón de los
pecados".
+ Para realizar esta tarea no estarían solos, Él enviará "la fuerza que viene de lo alto"
el Espíritu Santo.
+ Jesús subió al cielo y nos regaló el Espíritu para que nosotros estemos alegres y para
que esa alegría la contagiemos a los que nos rodean. No puede haber entre nosotros
alguien que sea cristiano y no esté alegre. La alegría genuina, la alegría de Dios se
caracteriza porque se manifiesta desde el interior, ilumina a todo el ser y es sencilla.
+ Si nos encontramos con el Señor verdaderamente, Él nos regala el gozo y la alegría
para que la vivamos y la compartamos a todo el mundo. La alegría nace del saberse
amado por Dios y nuestra respuesta a ese amor desproporcionado es alegría, gozo y
alabanza.
+ La alegría nace también de la coherencia entre lo que uno dice y hace. La alegría no
nace del tener, del poder, del placer, del dinero, del comprar, ni de la fama...
+ Cuando estamos alegres se nos nota en el rostro, en nuestros gestos, en nuestras
acciones... Cuando estamos alegres no podemos callarnos y se lo queremos anunciar a
todos... Cuando estamos alegres queremos reunirnos en comunidad y celebrar al "Dios de
la vida".
+ A modo de oración decir: Gracias por enseñarnos a vivir como hermanos.
Gracias por enseñarnos a perdonar y reconstruir nuestras relaciones humanas.
Gracias por enseñarnos cómo amar y darnos el ejemplo del mayor amor.
Gracias por la Madre que nos diste, la Virgen María, que nos cuida y nos acompaña
siempre.
Gracias por tu Palabra tan clara, tan sencilla, tan llena de vida.
Gracias por invitarnos a seguirte construyendo el Reino de Dios con alegría.
Gracias por confiar en nosotros e invitarnos a colaborar con tu misión.
Gracias por enseñarnos a vivir en comunidad.
Gracias por la Madre Iglesia, que es nuestra gran familia.
Por todo, gracias Señor.
ORACIÓN en FAMILIA. A cada intención respondemos: ENVÍANOS TU ESPÍRITU SEÑOR
1. Que tu Espíritu fortalezca al Papa Francisco y a toda la Iglesia para que con coraje y
creatividad vivan el Evangelio. Oremos.
2. Derrama tu Espíritu sobre los gobernantes y dirigentes, para que sepan crear un clima
de diálogo y libertad. Oremos.
3. Mueve nuestros corazones para que podamos anunciar a toda la alegría de ser
cristianos. Oremos.
4. Danos tu Espíritu de compasión, para que respetemos la vida cuidando de todos los
que nos rodean con tu amor. Oremos.
Gracias Padre bueno,
porque la Resurrección de tu Hijo Jesús,
enciende en nuestros corazones
la fuerza de tu amor.
Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.