Betel - Casa de Dios, fidelidad o idolatría

Betel es la segunda ciudad que más se menciona en la Biblia y es que se trata del lugar en el que Abraham levanta un altar al llegar a la Tierra Prometida o donde Jacob vio la escalera por la que subían y bajaban ángeles del cielo o donde el profeta Samuel juzgaba al pueblo.
Eso sí, Betel, con el tiempo, se dejó llevar por la desconfianza en Dios y empezó a adorar a otros dioses. De hecho, el profeta Oseas se refiere a Betel con otro nombre "Bet-Áven" (Oseas 4, 15; 5, 8; 10, 5-8), que significa "Casa de Iniquidad", "Casa de la Nada", "Casa de Vanidad", "Casa de Nulidad", esto es, de los ídolos.

Por tanto, hoy es un día para tomar conciencia, de que a veces es posible pasar de estar en "Casa de Dios" a habitar la "Casa de los ídolos". Samuel, que fue un hombre de Dios, logró juzgar con sabiduría y luz. Y no nos debe extrañar porque aprendería bien de su madre Ana, quien sintiéndose escuchada por Dios para quedar embarazada, ofreció a su hijo al Señor.