Miércoles 5ª semana DA
Parece que esta sociedad hiperconectada ha incrementado en las personas, especialmente en las más jóvenes, el deseo de proyectar ante los demás una buena imagen, incluso falseando la realidad o preocupándose demasiado por la apariencia.
Se dice que tienes que "ser" y también "parecer", anteponiendo aquello que estás llamado a ser como persona, pero en las redes y en el mundo virtual se antepone el parecer de la imagen, del perfil adecuado o del mejor filtro. Esto va en detrimento de la esencia y de lo que llevamos en el interior.
Jesús nos invita a evitar la superficialidad de vida, pues quien no cuida el encuentro consigo mismo y no deja a Dios habitar en él llegará a ser esclavo de sus bajas pasiones.
Y de la superficialidad pasamos a la hipocresía, que es uno de las grandes tentaciones de las personas religiosas que solo viven de la apariencia. Cuidemos el corazón y no dejemos que se agote esa reserva de bondad que anida en nuestro interior.